Anemia no regenerativa en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La anemia no regenerativa está causada por la disminución en la producción de glóbulos rojos, consecuencia de una respuesta inadecuada de la médula ósea que no puede mantener la producción normal de glóbulos rojos. 

Existen 3 tipos de anemia: la causada por una pérdida de sangre debido normalmente a heridas, la causada por una destrucción anormal de glóbulos rojos en la sangre y la no regenerativa que está causada por una producción insuficiente de glóbulos rojos.

Los gatos que padecen de anemia de la noche a la mañana pueden morir debido a la pérdida repentina de eritrocitos y falta de oxígeno. 

Síntomas
  • Disminución del apetito
  • Aumento de la respiración y la frecuencia cardíaca
  • Encías pálidas o membranas mucosas
  • Los ojos y los oídos pueden estar pálidos también
  • Debilidad
  • Depresión
  • Dormir más de lo normal


Causas

La anemia no regenerativa normalmente se debe a un mal funcionamiento de la medula ósea o también puede deberse a razones extra medulares como por ejemplo: déficit de hierro, tumores, insuficiencia renal, trastornos endocrinos, drogas, toxinas, radiación, envenenamiento por plomo y por trastornos hereditarios.

Diagnóstico

El diagnóstico definitivo de la anemia no regenerativa podrá lograrse tras realizar un hemograma completo, un análisis de orina, una prueba de hierro y un análisis de la médula ósea. Las pruebas de laboratorio revelarán niveles bajos de eritrocitos en sangre.

Tratamiento

El tratamiento de la anemia dependerá de la enfermedad subyacente, con todo, en gatos en el que la anemia se ha desarrollado lentamente, es posible que no necesiten de medicación ya que el cuerpo ha tenido tiempo para adaptarse a la disminución de glóbulos rojos. Es posible que requiera limitar el ejercicio y transfusiones sanguíneas ocasionales. 

El pronóstico es reservado, en especial en aquellos gatos que sufren de una anemia repentina. El ejercicio y la actividad física estará restringida mientras se reestablecen los niveles normales de eritrocitos. 

La mascota deberá acudir al veterinario con frecuencia (1 a 2 veces por semana) para evaluar el progreso de la enfermedad. A medida que la mascota se recupere, la frecuencia irá disminuyendo.