Tras describir el historial médico de tu mascota, el veterinario realizará un examen físico completo acompañado de un perfil sanguíneo químico, un hemograma completo y análisis de orina. Los resultados de las pruebas estándar podrán revelar la presencia de sustancias o deficiencias en la sangre que estén afectando la frecuencia cardíaca normal. Del mismo modo, los análisis pueden señalar una insuficiencia renal si existieran causas subyacentes.
El veterinario podrá monitorear las corrientes eléctricas en los músculos del corazón mediante un electrocardiograma para determinar si el corazón tiene la capacidad de latir correctamente. También puede utilizar el monitor Holter para detectar bloqueos intermitentes.
Asimismo, podrá hacer uso de rayos X y ultrasonidos con el fin de examinar visualmente el corazón en busca de anomalías.
El veterinario también puede hacer una prueba de provocación de respuesta a la atropina para evaluar la función del nódulo sinusal. La atropina es un medicamento que dispara los impulsos del corazón y la frecuencia cardíaca y los perros enfermos no responderán a la acción del fármaco o tendrán una respuesta incompleta a la atropina.