Vómitos crónicos en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

El vómito se caracteriza por la expulsión del contenido del estómago y la regurgitación por otro lado, es la expulsión del contenido del esófago, un alimento que aún no ha llegado al estómago. Las causas principales son enfermedades del estómago y tracto digestivo.

Síntomas

Los síntomas de los vómitos de los gatos incluyen el escalofrío, las arcadas y la expulsión de alimentos parcialmente digeridos. 

Si en el vómito del gato tuviermos sangre, esto podría indicar una enfermedad subyacente más grave como un cáncer o una úlcera. 

Los gatos pueden vomitar aún sin tener alimento en el estómago. Entonces el vómito es espumoso de color amarillo claro porque básicamente contiene bilis.


Causas

Algunas de las causas posibles de vomito crónico son: ulceras, cáncer, pancreatitis, tumor del páncreas, insuficiencia renal y hepática, cetoacidosis, enfermedades del oído interno, ingestión de objetos extraños, gastritis por ingestión de comida mala o pelo, obstrucción o rotura vesical y enfermedades infecciosas.

Diagnóstico

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, incluido un historial de síntomas y la naturaleza de los mismos. Su médico le pedirá que describa la apariencia del vómito y como está la mascota cuando vomita. Tendrá que diferenciar entre vómitos y regurgitación para determinar si la causa es gástrica o no. Es una buena idea conservar una muestra del contenido expulsado, de modo que cuando lleve a su mascota al veterinario, se pueda realizar un examen para determinar si el material es vómito o regurgitación, y lo que podría estar presente en el contenido. 

La sangre fresca en el vómito en ocasiones es indicativo de ulceras o cáncer. Si su mascota tiene fiebre, dolor de estómago, ictericia, anemia o masas en el estómago, el veterinario podrá hacer un diagnóstico más específico. En algunos casos toser causará que su mascota vomite.

Tratamiento

Dependiendo de la causas subyacente del vómito, el veterinario podrá proponer el tratamiento adecuado, en el que encontramos: cimetidina, antieméticos para prevenir las náuseas, antibióticos, corticosteroides, medicamentos para tratar la evacuación gástrica retardada, una dieta especializada y en el último de los casos, la cirugía si el tumor es el causante del vomito crónico. 

No experimente con medicamentos o alimentos sin la aprobación de su veterinario, y recuerde que es importante que siga el plan de tratamiento recomendado por su médico para que la enfermedad se pueda eliminar por completo.