- Granos en la piel
- Ronchas
- Manchas en la piel
- Edema o hinchazón de la piel
Además de los síntomas cutáneos, el gato puede mostrar jadeo, intranquilidad, movimiento continuo, apatía, pérdida de apetito y/o fiebre.
La urticaria es una reacción normalmente alérgica que podría llegar a ser grave en algunos gatos que provoca la aparición de erupciones, manchas o ronchas. Es bastante habitual en gatos y conviene tratarla lo antes posible.
La urticaria normalmente no comporta ningún riesgo, aunque sí es molesta. Las formas más graves son los angioedemas que son inflamaciones en la cara que podrían llegar a dificultar la respiración o las reacciones anafilácticas que también provocan vómitos, diarreas, taquicardias y bajada de tensión.
Además de los síntomas cutáneos, el gato puede mostrar jadeo, intranquilidad, movimiento continuo, apatía, pérdida de apetito y/o fiebre.
Contacto principalmente con alérgenos que pueden ser sustancias inhaladas, alimentos, roces, picaduras o fármacos. Sin embargo, la urticaria también puede aparecer como consecuencia de la exposición al sol, al frío, al estrés o a parásitos intestinales entre otros.
El veterinario si sospecha de una alergia, realizará una prueba diagnóstica para detectar el alérgeno y evitar una futura exposición del gato. Las pruebas de alergia en gatos normalmente se realizan en la piel aunque también se utilizan los análisis de sangre.
En casos reincidentes, el veterinario podría requerir la realización de una biopsia.
El veterinario tratará de evitar que el gato vuelva a estar expuesto a los alérgenos y que se recupere con el paso del tiempo. En los casos graves antes mencionados, el veterinario tratará al gato con cortisona para reducir la respuesta inmune excesiva y con antihestamínicos para bloquear la histamina que es la sustancia del sistema inmune responsable de los síntomas.
Más que tratar, lo ideal es prevenir y es muy importante la desparasitación interna y la externa.