Tumores de ovario en perras
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Malo

El propietario de una perra sin castrar tiene que vigilar sus ciclos menstruales para detectar cualquier anomalía. Los quistes o tumores ováricos son una de las afecciones reproductivas más habituales en las perras y, sin embargo, es frecuente que pasen desapercibidos y que no se les preste la debida atención. 

Los tumores ováricos en las hembras se pueden clasificar en tres grupos: 

  • Los tumores epiteliales que se originan en el epitelio de la superficie de los ovarios o de sus invaginaciones que son los más frecuentes.
  • Los tumores del estroma ovárico (tejido conectivo). Distinguimos 3 tipos: el de las células de la granulosa, el de las células de sertoli y finalmente el estroma gonadal
  • Los tumores de células germinales que también afecta al epitelio pero de células vesiculares grandes de gónadas sexuales embriológicamente indiferenciadas.



Síntomas

Acumulación de líquido en la cavidad abdominal, acumulación de líquido en la cavidad del pecho. Las hormonas se desetabilizan y provocan falta de apetito sexual, celo persistente, calvicie, piometra (infección con pus en el útero) y la ginecomastia (pezones grandes con fugas de leche).

Causas

Desconocidas

Diagnóstico

Para el diagnóstico será necesario que se aporte toda la información posible sobre los síntomas que puedan ser apreciados por el dueño. Y además:  

  • Examen físico completo del animal 
  • Perfil químico sanguíneo 
  • Hemograma completo 
  • Panel de electrolitos 
  • Análisis de orina

La posible metástasis se puede revelar gracias a los rayos X. El veterinario tomará imágenes de ultrasonido del abdomen y del tórax para buscar la presencia de más tumores. Las radiografías pueden mostrar una masa abdominal grande o muy grande en una o dos partes cerca del riñón y también acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Para una información más precisa se utilizan las imágenes de ultrasonido. 

Para un correcto diagnóstico, el veterinario normalmente también realizará una citología. Realizará un examen histopatológico en el microscopio para analizar los cambios estructurales de los tejidos o células y comprender mejor por qué crece el tumor y cómo se comporta. 

En el caso de tumores muy pequeños y que están solos, el veterinario suele recomendar una intervención quirúrgica para extirpar dicho tumor. Si el tumor es maligno, la biopsia del mismo puede ser fundamental para el diagnóstico definitivo.

Tratamiento

Como hemos apuntado antes, un tumor benigno se extirpa y apenas requiere hospitalización. En estos casos, la perra se recupera muy bien. Los tumores malignos extirpados a tiempo también tienen buen pronóstico. 

Un tumor maligno que ya se ha extendido por el cuerpo puede se tratado con quimioterapia. A veces se puede curar por completo, pero si ya hay metástasis el pronóstico siempre es reservado. 

Son imprescindibles las visitas al veterinario cada tres meses para comprobar si los tumores crecen, han desaparecido o si por el contrario han producido metástasis.