Tumores de las glándulas salivales en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Los tumores de las glándulas salivales son poco frecuentes pero, cuando aparecen, suelen ser adenocarcinomas de parótidas o mandibular. Los gatos producen la saliva en:

  • Glándulas mandibulares que están debajo de la mandíbula
  • Glándulas parótidas que están cerca de los oídos
  • Glándulas sublinguales que están debajo de la lengua.
  • Glándulas cigomáticas en las mejillas

Al igual que otros carcinomas, los adenocarcinomas de parótidas o glándulas mandibulares son típicamente malignos y se diseminan rápidamente por el cuerpo. Los gatos mayores de 10 años de edad son más propensos a sufrir de adenocarcinomas. 

Síntomas

Mal aliento, pérdida de peso, poco apetito, hinchazón indolora de la parte superior del cuello, la base de la oreja o el labio superior, babeo, dificultad para tragar, protrusión del ojo, estornudos y ronquera.

En principio es indoloro pero a medida que crece el tumor puede provocar dolor a la hora de comer.


Causas

Aún se desconoce la causa exacta del adenocarcinoma de las glándulas salivares.

Diagnóstico

Tras un examen físico completo, se realizará un análisis de sangre, un perfil bioquímico y una prueba de orina de rutina que normalmente no mostrarán ninguna anormalidad. Tan sólo se podría detectar un incremento de los glóbulos blancos para luchar contra la enfermedad. Si el veterinario sospechara del problema, las radiografías son las que pueden dar una idea del problema y su extensión. 

Si con las pruebas de imagen no fuera suficiente, el veterinario solicitará un aspirado con aguja fina para una citología o una biopsia para establecer un diagnóstico definitivo.

Tratamiento

No existe un tratamiento definitivo. El procedimiento más recomendado es la extirpación del tumor junto con el tejido sano adyacente. Después de la cirugía, la radioterapia podría ser indicada para lograr el control local. El veterinario suministrará analgésicos para aliviar el dolor. 

El gato requerirá de atención y nutrición especial. Durante su recuperación necesitará descanso lejos del ruido y estrés de otras mascotas y niños. Además, el veterinario programará citas de seguimiento cada tres meses para evaluar el progreso y la recurrencia del cáncer.