Tumores cerebrales en perros
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Malo

Es un tumor atípico pero es grave por la ubicación. Podemos distinguir entre malignos o cánceres o benignos que al no producir metástasis no invaden las zonas próximas. En los malignos hay que ver si se han expandido y ha provocado metástasis a través del sistema linfático o circulatorio antes de establecer un tratamiento.

Afecta básicamente a perros de mediana o avanzada edad. Normalmente aparece a partir de los 5 años. Hay razas como el bulldog o boxer que tienen mayor predisposición a sufrir esta enfermedad.


Síntomas

Convulsiones, movimientos descoordinados, comportamiento anormal (por ejemplo, aumento de la agresividad), alteración de la conciencia, hipersensibilidad al dolor o tacto en el área del cuello, problemas de visión y movimientos circulares impulsivos. También se pueden ver signos inespecíficos como inapetencia, letargo y orina inapropiada.

Causas

Desconocidas.

Diagnóstico

El veterinario normalmente realizará un examen neurológico completo y encefalogramas para detectar la masa.

Para detectar masas anormales será muy útil la resonancia magnética o la tomografia computerizada. El veterinario también podría decidir analizar una muestra del líquido cefalorraquideo.

Si se hubiese confirmado que el tumor es maligno, también serán útiles las analíticas y las radiografías de tórax y abdomen para ayudar a descubrir si ha habido metástasis.

Tratamiento

Si el tumor fuera benigno, el veterinario se podría plantear no tocarlo si estuviera ubicado en una zona difícil de operar.

Pero si el tumor fuera maligno, el veterinario tendrá que tratarlo. Si estuviese localizado en una zona operable, en principio recurrirá a la cirugía. Sin embargo, al estar ubicado en el cerebro, en muchas ocasiones no será recomendable la cirugía y entonces recurrirá a la quimio o a la radioterapia.

El veterinario puede tratar de limitar los síntomas con corticoides y anticonvulsivos. Esto no curará el tumor pero limitará sus efectos.