Tumor venéreo transmisible en gatos: tumores de transmisión sexual
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Reservado

Un tumor venero transmisible también conocido como TVT, es un tumor que se transmite sexualmente entre gatos, encontrándose en el aparato genital tanto de machos como de hembras: aunque en ocasiones es posible encontrarlo en otras partes del cuerpo como el rostro, la boca, la lengua, los ojos, la nariz o las patas. 

La TVT se suele ver en gatos jóvenes que aún no han sido castrados.  Suele observarse un mayor número de casos en ciudades grandes y en climas templados o cálidos.


Síntomas

Se puede observar una masa tumoral roja que sobresale de la membrana superficial de la vagina o del pene. La masa de tejido puede romperse con la manipulación. También se puede observar sangre que gotea desde la vagina o el prepucio del pene. El gato generalmente lamerá el área afectada con frecuencia.


Causas

La vía de contagio sexual es la más habitual, cuando se entra en contacto directo con células tumorales de un animal enfermo. Las pequeñas lesiones que se producen en la mucosa del pene y vagina durante la cópula sirven de entrada para las células tumorales. También puede transmitirse vía oral.


Diagnóstico

El veterinario primero deberá descartar infección en la orina o un crecimiento de la próstata, en caso de los machos; asimismo se llevará a cabo un examen físico de los genitales.  El TVT en gatos se diagnostica mediante citología, por lo que requerirá de tomar muestras del área lesionada. Asimismo, se tomará muestras de líquido para hacer pruebas de laboratorio estándar, incluido un hemograma completo, perfil bioquímico y análisis de orina. 

El diagnóstico visual incluirá radiografías de tórax y abdomen para comprobar si ha habido metástasis. El veterinario se encargará de palpar los ganglios linfáticos del área afectada para determinar cuánto reaccionan los ganglios linfáticos a la anomalía y además, se tomará una muestra del líquido linfático. La presencia de células cancerosas en los ganglios es a menudo un indicativo de un tumor maligno.


Tratamiento

En algunos gatos, se requiere intervención quirúrgica de la masa para después iniciar la terapia médica; pudiendo ser quimioterapia o radioterapia, dependiendo de la gravedad y el avance de las células cancerígenas. Estos tratamientos suelen prolongarse 3 a 6 semanas. En caso de la radioterapia puede ser necesaria sólo una sesión. 

La mascota debe mantener un buen plan de alimentación y reposo tras recibir ciertos medicamentos o tratamientos que pueden provocar disminución de las defensas del cuerpo, haciéndolo más susceptible a infecciones, a veces graves. El veterinario establecerá un plan de seguimiento para el tratamiento posterior y exámenes de rutina.