Tumor en la glándula mamaria en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Los tumores en las mamas son los más comunes en las hembras sin esterilizar. Suelen ser tumores malignos con gran capacidad de provocar metástasis a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático. Es importante una detección precoz para mejorar el pronóstico en el tratamiento.

Síntomas

Masas individuales o múltiples de crecimiento lento en las glándulas mamarias. Normalmente si la masa se puede mover implica un comportamiento benigno y si se fija a la piel suele indicar un comportamiento maligno o cáncer.

Alrededor de la mitad de los perros afectados serán diagnosticados con la forma benigna de tumores mamarios, que pueden clasificarse como adenomas complejos, adenomas simples, fibroadenomas y papilomas de conductos. 

Causas

La principal causa son desequilibrios hormonales. Son tumores que afectan muy poco a las hembras esterilizadas antes del primer celo. A partir del primer celo aumenta las posibilidades de desarrollar estos tumores y aumenta conforme se va retrasando la esterilización. O sea que no es lo mismo esterilizar a los 2 años que a los 6.

Además de los desequilibrios hormonales, también influyen factores como la alimentación, la obesidad o los medicamentos.

Diagnóstico

Para el diagnóstico el veterinario empezará con una exploración física. Buscará bultos en la zona de las mamas. Si sospechara del tumor, el veterinario utilizará pruebas de imagen para determinar el tamaño y la zona de afectación. 

Para confirmar el diagnóstico, realizará una biopsia. De esta forma, podrá determinar el tipo de tumor. Aunque el tumor sea benigno, tambíen habrá que actuar porque los tumores benignos son rápidamente malignizados. La mayoría de tumores de las glándulas mamarias son adenocarcinomas pero en ocasiones también podemos encontrar sarcomas y carcinosarcomas.

El veterinario también realizará análisis de sangre y de orina para determinar si ha causado o no metástasis.


Tratamiento

El tratamiento que suele ser recomendado es la cirugía. Lo mejor es extraer los tumores pero en función de la ubicación y el tamaño, el veterinario puede decidir extraer una o más glándulas mamarias.

Las hembras tienen 2 hileras de 5 mamas en el abdomen que van más o menos de las patas delanteras a las traseras. Algunas mamas comparten drenaje linfático y esto puede hacer que el veterinario decida extirpar alguna glándula más que la que está directamente afectada por el tumor. Por lo general el veterinario aplicará un tratamiento conservador pero tiene que asegurarse que el perro quede "limpio". En los casos más graves el veterinario podría decidir extirpar las dos hileras de mamas.

En los casos más avanzados, el veterinario probablemente también prescriba el inicio de un proceso de quimioterapia.

Una vez detectado un tumor de glándula mamaria, será necesario realizar un seguimiento continuo de las mamas porque hay bastantes probabilidades de que surjan recaídas y es importante actuar lo antes posible para mejorar el pronóstico.