Cojera progresiva y crónica en la extremidad trasera, pérdida muscular, disminución del tono muscular y movimientos descoordinados.
Los tumores de la envoltura nerviosa son tumores que crecen a partir de la vaina de mielina que cubre los nervios periféricos y espinales, comprometiendo de esta manera su funcionamiento. Más del 80% de estos tumores afectan las extremidades anteriores de los perros.
Cojera progresiva y crónica en la extremidad trasera, pérdida muscular, disminución del tono muscular y movimientos descoordinados.
La causa exacta es incierta y desconocida para la ciencia, sin embargo cualquier género y raza puede verse afectado.
Se llevará a cabo un examen físico exhaustivo acompañado de un hemograma completo, perfil químico sanguíneo y análisis de orina. Asimismo, se analizará el líquido cefalorraquídeo. Para confirmar el diagnóstico, puede ser necesario una biopsia para tomar muestras de las envolturas de los nervios utilizando la guía del ultrasonido. Igualmente, es ideal realizar una resonancia magnética para una prueba más específica del diagnóstico de la enfermedad.
En algunos casos será necesario amputar la extremidad afectada para minimizar la recurrencia local del tumor. Otra alternativa, es la resección de las raíces nerviosas en el área más delicada de la medula espinal. La radiación postoperatoria también es una opción para disminuir la probabilidad de recurrencia del cáncer a nivel local.
Se deben suministrar medicamentos controlados para aliviar el dolor. También, debe limitar la actividad física de su perro y apartarlo de niños y otras mascotas. Es conveniente monitorizar la ingesta de agua y de alimentos mientras su mascota recobra la salud. Durante la recuperación y si su veterinario así lo indica, el perro solo saldrá a hacer caminatas cortas muy lentas al aire libre o cerca de su área de descanso. Una buena recuperación posterior a la amputación, permitirá compensar rápidamente la extremidad perdida.