Trastornos del saco anal en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

Los gatos tienen los llamados sacos anales a ambos lados del ano y se llenan con líquido que producen las glándulas anales. 

Los trastornos del saco anal implican la impactación del líquido del saco anal, la inflamación de los sacos y el absceso de los sacos lo que puede resultar en la ruptura de la glándula anal. 

Síntomas

Los gatos con este problema, suelen presentar:

  • Esfuerzo por defecar
  • Rascar en el ano
  • Lamer y morder alrededor del ano
  • Descarga de las glándulas anales
  • Arrastrar el culo por el suelo.
Causas

Existen diversos factores que predisponen al animal a sufrir un trastorno del saco o sacos anales: heces crónicamente suaves, recientes episodios de diarrea, secreciones glandulares excesivas, pobre tono muscular anal o secreciones retenidas, entre otras.

Diagnóstico

El veterinario llevará a cabo un examen físico completo del gato, teniendo en cuenta el historial de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber precipitado esta condición. Los sacos anales agrandados son fácilmente palpables.  Asimismo, se realizarán los exámenes de rutina como: perfil químico de la sangre, un hemograma completo, un panel de electrolitos y un análisis de orina para descartar otras causas de enfermedad. También se tomará muestras del líquido del saco anal para hacer un cultivo. 

La secreción normal clara o pálida de color amarillo-marrón se habrá convertido en un líquido marrón espeso y pastoso si las glándulas anales se han impactado. Los sacos anales con abscesos tendrán un exudado rojo marrón y mostrarán signos de hinchazón y enrojecimiento. Los sacos anales también pueden romperse.

Tratamiento

Los sacos anales con abscesos se abrirán para permitir el drenaje. Luego se limpiarán, enjuagarán y se administrarán antibióticos. Si el gato sufre una infección crónica del saco anal, es posible que sea necesario extraer los sacos anales con cirugía. Sin embargo, si el gato sufre de fistulación severa, puede beneficiarse de la terapia oral con ciclosporina.

El veterinario programará una cita de seguimiento de 3 a 7 días después de diagnosticar y comenzar el tratamiento para el gato. Si el gato se lame constantemente el ano después del tratamiento, colóquele un collar isabelino para impedirlo. Hable inmediatamente con el veterinario si las glándulas anales continúan drenándose después de unos días de tratamiento, o si parecen estar rojas o hinchadas.