Los síntomas comunes de la toxicosis en los gatos incluyen anorexia (pérdida de apetito), deterioro del movimiento, parálisis de las extremidades posteriores del animal, ligeros temblores musculares, convulsiones generalizadas y una depresión del sistema nervioso central. La ingestión de dosis extremadamente altas puede causar una aparición repentina de temblores musculares, e incluso convulsiones.
Los signos clínicos suelen aparecer entre dos y siete días después de la ingestión de brometalina, pero es posible que no aparezcan hasta dos semanas después de la ingestión. Si la intoxicación es leve, con una ingestión mínima de brometalina, los síntomas pueden resolverse en una o dos semanas desde su inicio, aunque algunos animales pueden seguir mostrando signos durante cuatro a seis semanas.