Los síntomas que afectan a los gatos con tiña pueden llegar a la presencia de células de piel muertas. Estas células pueden dar lugar a: caspa (escamas); a piel irritada y enrojecida (eritema); a piel oscura (hiperpigmentación); picor (prurito); y pérdida de pelo (alopecia), que puede ser desigual o circular que es habitual en gatos.
Algunos otros síntomas de la tiña son lesiones elevadas, redondeadas y nodulares conocidas como lesiones granulomatosas o forúnculos. Los granulomas son lesiones nodulares elevadas que frecuentemente supuran (queriones), como resultado de la infección por tiña. También puede haber inflamación de los pliegues de la piel que bordean la uña y otros pliegues de la piel y las uñas, lo que se conoce médicamente como paroniquia.