En primer lugar, el veterinario realizará una inspección física para ver si los testículos tienen el tamaño normal para la raza del gato.
Si no estuviera claro, el veterinario puede realizar una histopatología y un espermiograma. Con el análisis del semen podrá valorar si el número de espermatozoides es o no normal.
En ocasiones es difícil diferenciar la hipoplasia de la degeneración testicular que también provoca una disminución de espermatozoides. Para diferenciarlo, el veterinario podría encargar pruebas de imagen porque el túbulo seminífero en la degeneración testicular queda engrosado y arrugado.