A medida que una tenia crece, pedazos de su cuerpo se rompen en segmentos y pasan a los intestinos del gato. Es posible ver segmentos secos, blancos o de color crema de la tenia en las heces del gato, o que se encuentren pegados al pelaje debajo de la cola del gato.
Algunas especies de tenias se romperán en segmentos que son demasiado pequeños para ser vistos, mientras que los segmentos de otras especies de tenias se asemejarán a las semillas de sésamo o de pepino en tamaño y apariencia.
Lo más normal es que los gatos infectados por tenias no presenten síntomas. Es muy raro que pierdan peso. Algunos gatos pueden morder o lamer su ano, arrastrar su trasero por el suelo o vomitar.