Inflamación del interior del ojo, pérdida de pigmentación de la piel en la nariz, los labios, los párpados, las almohadillas, el escroto, el ano y el paladar duro.

La causa del síndrome uveodermatológico es la presencia de un trastorno autoinmune subyacente. A pesar de que aún se desconoce el desencadenante, se cree que puede haber estimulación de la acción de linfocitos T citotóxicos hacia los melanocitos a raíz de una infección viral.

Deberá proporcionar el historial médico completo de su mascota, desde la aparición de los síntomas y posibles incidentes que podrían haber generado la condición. 

También, se realizará un hemograma completo, perfil sanguíneo químico, análisis de orina y panel de electrolitos para tratar de detectar anomalias aunque en este caso los parámetros deberían ser normales.

Adicionalmente, se tomará muestras de tejidos de piel para que un patólogo veterinario determine cualquier anormalidad. 

Inicialmente, deberá suprimirse la respuesta inmune anormal que se está ocasionando contra los ojos y la piel. Se recetarán inyecciones y gotas para los ojos y de esta manera, prevenir daños permanentes en la visión. Si no se tratara correctamente, el perro podría llegar a perder la vista.

Al iniciar el tratamiento, tendrás que visitar semanalmente al veterinario a fin de realizar pruebas de laboratorio y exámenes oculares para controlar el progreso del perro y ajustar las dosis de medicamentos si así se requiere. 

Durante el tratamiento se inactiva al sistema inmunitario pero esto puede conducir a otras complicaciones y es necesario proteger al perro para que no contraiga entonces infecciones graves.