Síndrome del ovario remanente en perras
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

El síndrome del ovario remanente es una condición que afecta a las hembras que después de haber sido esterilizadas siguen presentando comportamientos o signos físicos como si estuvieran en celo.

Afecta principalmente a las hembras que han sido esterilizadas por ovariohisterectomía (extirpación quirúrgica de ovarios y útero), aunque también a las que han sido tratadas con ovariectomía (extirpación quirúrgica de los ovarios).


Síntomas

Hinchazón de la vulva, descarga vaginal, atracción de perros machos e interacción pasiva con perros machos.

Causas

La principal causa es que haya quedado tejido ovárico activo en el abdomen. Esto puede ocurrir porque en ocasiones las hembras presentan tejido ovárico separado de los ovarios que se activa después de la cirugía de esterilización y no por un fallo del veterinario. 

Encontramos algunos factores que influyen en la posibilidad de que aparezca el Síndrome del ovario remanente: desde el exceso de grasa alrededor de los ovarios que puede dificultar la delimitación de los mismos, la experiencia del veterinario, la técnica empleada o la condición y edad del paciente


Diagnóstico

Para el diagnóstico el veterinario preguntará sobre el historial clínico y cuándo se esterilizó al perro y también sobre los síntomas detectados. Después el veterinario realizará una exploración física completa.

Para un diagnóstico determinante, el veterinario tratará de averiguar si el perro sigue siendo hormonalmente funcional después de la esterilización. Para ello puede utilizar ecografías para visualizar el tejido ovárico, una citología vaginal, un análisis hormonal o una exploración con biopsia (las células de la vagina se observarán en el microscopio y si hay estrógenos en el cuerpo y la hembra está en celo, las células tendrán forma de cono)


Tratamiento

Es aconsejable tratar el problema porque puede ser el origen de un tumor mamario o de células granulosas.

La solución es volver a operar al perro para retirar el tejido ovárico que haya quedado. La intervención debe realizarse de 15 a 60 días después del celo porque es cuando se tendrá una mejor visión.