Septicemia y bacteriemia en gatos
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Malo

La septicemia y la bacteriemia se produce cuando tenemos bacterias en la sangre. También se denomina envenenamiento de la sangre y es muy peligroso y conviene un rápido tratamiento.

Dependiendo del tipo de bacteria que encontremos y del estado del sistema inmunológico del gato, las bacterias podrían ir infectando a órganos vitales y llegar a causar un shock séptico.

Síntomas

Hay varios signos y síntomas tanto de la septicemia (infección de la sangre) como de la bacteriemia en los gatos. La sepsis y la bacteriemia en los gatos pueden desarrollarse lenta o repentinamente

Los signos y síntomas pueden variar mucho según los órganos que más se vean afectados. Los más habituales son:

  • Tos y dificultad para respirar
  • Escalofrios
  • Fiebre
  • Letargo y depresión
  • Taquicardias (latidos rápidos del corazón)
  • Soplo cardíacos
Causas

Las bacterias pueden entrar en la sangre por el aparato respiratorio, el digestivo, el urinario o la piel. Normalmente ocurre cuando el perro presenta otras enfermedades que incrementan el riesgo (diabetes, insuficiencia renal o hepática).

Diagnóstico

Normalmente se diagnostica con un hemocultivo donde es posible detectar la presencia de bacterias en la sangre.

Tratamiento

Es importante tratar la enfermedad con celeridad para evitar dañar los órganos vitales. Se trata de una enfermedad grave y conviene acudir al veterinario.

Se suministrarán antibióticos propicios para ayudar a combatir a la bacteria presente en la sangre. El veterinario tratará de determinar el tipo de bacteria que causa la infección y si existen órganos afectados para decidir la medicación prescrita en cada caso.

Si el gato no se trata a tiempo, la infección de la sangre puede derivar en un shock séptico que constituye un cuadro clínico muy grave. En caso de shock séptico el veterinario además de los antibióticos, suministrará oxígeno y terapia de fluidos.