El tumor deberá extirparse quirúrgicamente y deberá realizarse un análisis histopatológico. El gato debería ser castrado.
Después de la operación el gato necesitará descanso. Idealmente debería permanecer en un lugar tranquilo para descansar y también sería una buena idea contar con un collar isabelino para que no se toque la zona durante el postoperatorio.
Si el tumor hubiese hecho metástasis, el veterinario recomendará algunas sesiones de quimioterapia.
Dado que los tumores testiculares son bastante usuales, para evitar esta situación, el veterinario normalmente aconsejará la esterilización del animal cuando no se tenga pensado utilizar para la cría. Es una forma de prevenir estos tipos de tumores.