Ruptura o desgarro muscular en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

Los músculos pueden estirarse, pellizcarse o lesionarse directamente, lo que resulta en la interrupción de la fibra, el debilitamiento y la separación de las partes no lesionadas. La estructura muscular puede verse comprometida por afecciones sistemáticas que se repiten. La ruptura puede darse en el medio del músculo o en la unión musculo con tendón. 

Los músculos de las extremidades y los músculos masticatorios son las principales zonas afectadas.

Síntomas

Si la lesión es aguda, aparece una cojera inmediata, hinchazón localizada, calor y dolor localizados.

Causas

Las causas de la ruptura o el desgarro muscular pueden ser traumas, sobretensión de los músculos, miositis (inflamación de los músculos) y miopatía (enfermedad neuromuscular secundaria a afecciones médicas).

Diagnóstico

El veterinario realizará un examen físico exhaustivo en busca de evidencia de zonas adoloridas o con un movimiento anormal. Para el diagnostico, también utilizará rayos X y ultrasonidos para evidenciar defectos y translocaciones de fragmentos óseos, hinchazón y perturbación de la fibra muscular normal. 

La resonancia magnética se puede usar para buscar edemas, hemorragias y para localizar la causa del problema. El veterinario igualmente podrá hacer una biopsia del musculo afectado para detectar la presencia del tejido fibroso y la pérdida de células musculares. 

El médico también evaluará las articulaciones del perro en busca de inestabilidad articular o mala alineación.  

Tratamiento

El tratamiento consistirá básicamente en la reparación muscular con atención inmediata en la lesión. Normalmente se utilizará para la recuperación: la aplicación localizada de frío seguido de calor, la fisioterapia y medicamentos para controlar el dolor (analgésicos) y para reducir la inflamación (antiinflamatorios). El tratamiento suele durar varias semanas y sería recomendable restringir la actividad. En ocasiones, también podría ser necesario el uso de dispositivos ortopédicos internos o externos para aliviar la tensión. 

La cirugía podría estar indicada para reparar la ruptura muscular y dependerá del tipo de lesión. Por ejemplo, la contractura del manguito rotador responde bien a la escisión quirúrgica del tendón de inserción mientras que la contractura de los isquiotibiales y cuádriceps tiene una tasa de recurrencia del 100% tras la cirugía. 

La fisioterapia pasiva sin carga de peso suele ser beneficiosa para la recuperación.