Rotura del ligamento cruzado en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

El ligamento cruzado se encuentra en la rodilla y une el fémur con la tibia. Las lesiones se producen como consecuencia de un fuerte traumatismo o de un proceso de debilitación progresivo.

En la rodilla los gatos tienen el ligamento cruzado delantero y trasero y su objeto es permitir el movimiento de la rodilla hacia adelante y hacia atrás.

Síntomas

Los síntomas dependen de la gravedad. La rotura puede ser total o parcial. 

Los gatos con rotura de ligamento cruzado no apoyarán la pierna afectada en el suelo y la mantendrán doblada parcialmente, dando lugar a una cojera visible. La rotura puede ser degenerativo o traumática y en este último caso también aparecerá una inflamación en la zona por acumulación de líquido.

Si no se soluciona el problema, con el tiempo el gato también puede presentar una atrofia de los músculos de la pierna afectada.

Causas

La primera causa son los traumatismos que pueden afectar a cualquier gato. Y por otro lado tenemos causas congénitas o enfermedades que provoquen un debilitamiento de las articulaciones que pueden acabar con una rotura o desgarro del ligamento cruzado de la rodilla.

Diagnóstico

El veterinario realizará una exploración física para ver el movimiento de la rodilla. El veterinario se fijará en cómo en cómo el gato dobla y extiende la pata. 

Para confirmar la lesión, el veterinario puede realizar la denominada “prueba del cajón” pero al ser doloroso antes tendrá que sedar al gato. La prueba consiste en tratar de desplazar la tibia y el fémur en la articulación como si fuera a abrir un cajón.

Para determinar la rotura o desgarro, el veterinario utilizará pruebas de imagen como la radiografía y para conseguir una imagen clara en muchas ocasiones también será necesario sedar al gato.

Tratamiento

El tratamiento depende de la edad, el tamaño del gato y la gravedad de la lesión. 

En muchas ocasiones, con un tratamiento conservador de descanso y rehabilitación ya será suficiente. Durante este tiempo se administrarán analgésicos y antiinflamatorios.

Pero si la lesión es grave deberá operarse. Existen diversas técnicas quirúrgicas y será el veterinario quién determine la mejor opción. Una vez operado, también será necesario un periodo de rehabilitación.

Los gatos con lesiones en el cruzado deben cuidar su peso y la dieta para evitar recaídas.