Reacciones a las transfusiones de sangre en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Conviene estar pendiente de las reacciones del gato hasta los 14 días posteriores a una transfusión de sangre para estar seguros de que ha sido un éxito. En algunos casos el gato no reacciona bien y afecta al sistema inmunitario. 

Lo más habitual es que la mala aceptación se produzca de forma bastante inmediata y estaríamos hablando de una reacción aguda. Sin embargo, en algunos casos la reacción es retardada.

Síntomas

Los síntomas agudos de una reacción a una transfusión de sangre pueden incluir fiebre, vómitos, debilidad, incontinencia, shock, colapso y pérdida general de la eficacia de la transfusión. Por lo general, los síntomas de una reacción retardada no son directamente aparentes y sólo resultan en una pérdida de la eficacia de la transfusión.

Muchos síntomas varían, dependiendo de la causa exacta. Una transfusión de sangre contaminada puede provocar fiebre, shock y septicemia, una invasión de bacterias productoras de enfermedades en el torrente sanguíneo. Una transfusión rápida o excesiva puede provocar vómitos, tos e insuficiencia cardíaca. Y una transfusión de sangre refrigerada en frío puede provocar hipotermia, escalofríos y el deterioro de la función plaquetaria.


Causas

Principalmente encontramos 3 causas por las que se producen reacciones adversas. La primera es que se haya hecho la transfusión con una sangre no compatible, la segunda es que la sangre estuviera contaminada y la tercera es que se haya hecho demasiado rápido o en demasiada cantidad.

Diagnóstico

El veterinario deberá analizar la sangre con la que haya hecho la transfusión para asegurar la compatibilidad y la ausencia de contaminación.

Tratamiento

Si el perro experimenta una mala reacción, lo primero será parar la transfusión y mantener la presión arterial con líquidos para no perjudicar la circulación. El tratamiento para recuperar la normalidad dependerá de la causa que haya provocado la reacción. El veterinario tratará que devolver la normalidad con medicamentos y terapia de fluidos.