Masa grande de tejidos blandos. Si el tumor está en el corazón, puede haber signos de insuficiencia cardíaca. También puede provocar cojeras y bultos.

Existe una predisposición genética en el desarrollo de los sarcomas. Se cree que factores como la dieta o el estrés pueden ser desencadenantes.

El veterinario primero realizará una exploración física en búsqueda de bultos y preguntará al propietario por los síntomas detectados. Posiblemente también realizará una analítica completa para ver el estado general de salud del gato donde podría ya encontrar algún indicativo de la enfermedad por una excesiva presencia de glóbulos blancos.

Para el diagnóstico utilizará pruebas de imagen y en última instancia probablemente necesite realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico y el alcance del tumor.

Si la zona donde estuviera ubicado el tumor fuera operable, lo mejor sería extirparlo quirúrgicamente. Sin embargo, cuando no fuera posible o se hubiera detectado metástasis, el veterinario optará por la quimio o la radioterapia.