- Descarga pustulosa
- Dolor al orinar
- Micción frecuente
- Incontinencia urinaria
- Enrojecimiento de las superficies mucosas (enrojecimiento del tejido mucoso vaginal o del prepucio)
- Hinchazón del tejido
- Fiebre
- Depresión
- Pérdida de apetito
- Deshidratación
Cuando encontramos pus en la orina de nuestro gato significa que el gato tiene una afección en el tracto urinario. El pus no es más que la presencia de glóbulos blancos en la orina. Este incremento de glóbulos blancos se produce porque tratan de combatir una enfermedad o por una inflamación en las vías urinarias.
La infección se puede originar en:
El historial será muy importante para el veterinario para definir los órganos que están siendo afectados. Es importante registrar qué síntomas aparecen y cuándo.
A parte del historial, lo primero que realizará el veterinario es un análisis de orina. Si con el análisis de orina no pudiera cerrar un diagnóstico definitivo, el veterinario analizará con microscopio muestras de los líquidos y secreciones de próstata, vagina, uretra,… También puede requerir de una biopsia o de imagen por rayos X para un diagnóstico concluyente.
El tratamiento depende básicamente de los órganos afectados. Normalmente se utilizan antibióticos si se detecta infección y antiinflamatorios para reducir el dolor. Es fundamental una correcta alimentación y beber mucha agua que ayudará a limpiar las vías urinarias y evitará el crecimiento de la infección.
Si el gato es propenso a infecciones urinarias, es importante que el veterinario nos sugiera la dieta más adecuada. También deberemos estar muy pendientes de que tenga siempre agua suficiente y de que haga de forma regular pipi para que el líquido circule por las vías continuamente y no tenga tiempo a infectarse.