El historial será muy importante para el veterinario para definir los órganos que están siendo afectados. Es importante registrar qué síntomas aparecen y cuándo.
A parte del historial, lo primero que realizará el veterinario es un análisis de orina. Si con el análisis de orina no pudiera cerrar un diagnóstico definitivo, el veterinario analizará con microscopio muestras de los líquidos y secreciones de próstata, vagina, uretra,… También puede requerir de una biopsia o de imagen por rayos X para un diagnóstico concluyente.