Polirradiculoneuritis idiopática: Parálisis Coonhound en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La polirradiculoneuritis idiopática canina es una parálisis progresiva debido a una inflamación aguda de los nervios periféricos y de las raícese nerviosas espinales. A esta condición también se la conoce como parálisis de Coonhound. A pesar del nombre, no se trata de una enfermedad que sólo afecte a la raza Coonhound aunque los perros de caza están más expuestos. Se desconoce todavía exactamente cómo se transmite pero se ha constatado que aparece en los perros que han estado en contacto con mapaches.


Síntomas

Reflejos lentos, tono muscular bajo, rigidez al andar, debilidad muscular en las cuatro extremidades que pueden progresar a parálisis en todas las extremidades y dolor, reflejos bajos, capacidad vocal debilitada y dificultad respiratoria. Los síntomas aparecen entre 7 y 14 días después del contacto con el mapache.

Causas

Se ha establecido una relación directa entre los perros afectados y el contacto con la saliva del mapache, aunque aun y así se desconoce la causa exacta. 

Parece que la enfermedad se desarrrolla porque el sistema inmunológico ataca al sistema nervioso. Los glóbulos blancos experimentan una extraña reacción y destruyen las células nerviosas.

Diagnóstico

Debes proporcionar un historial completo al veterinario, indicando la aparición y naturaleza de los síntomas y si el perro pudo haber estado en contacto con un mapache.  A continuación, se realizará un examen físico acompañado de un perfil bioquímico, un hemograma completo (CSC) y un análisis de orina. También, deberán realizarse pruebas específicas como análisis del líquido cefalorraquídeo para la búsqueda de organismos infecciosos que puedan estar ocasionando la parálisis y pruebas de la actividad eléctrica en  los nervios periféricos.

Tratamiento

La parálisis es progresiva y puede avanzar con rapidez y no existe tratamiento. En el transcurso de días a semanas, la parálisis puede extenderse desde las piernas hacia el cuerpo y el sistema respiratorio. El perro se recuperará por sí sólo con el tiempo y el veterinario tratará de controlar los síntomas más adversos. Si el perro desarrolla problemas respiratorios graves, requerirá ser hospitalizados durante días hasta que pueda respirar con normalidad. Es posible que experimente dificultad para beber agua, por ello el veterinario podría tener que administrar líquidos vía intravenosa. En algunos casos, el perro podrá necesitar de fisioterapia a causa de la atrofia muscular generalizada. 

La recuperación es distinta en cada caso. Algunos perros pueden recuperarse rápidamente en días o semanas. Lo más habitual es que el perro necesite entre 3 y 6 semanas para recuperarse pero en algunos casos nunca se recuperará por completo y permanecerá una debilidad de por vida.

Durante la recuperación es importante mantener al perro en reposo absoluto, bajo observación, evitando que se sobresalte, manteniéndolo alejado de niños y otros perros. Mientras el perro esté descansando, habría que girarlo de un lado a otro cada cuatro horas para prevenir úlceras por presión como resultado del estar en una sola posición durante tiempo prolongado.