- Ataxia: descoordinación crónica y progresiva de los miembros posteriores, o de los cuatro miembros
- Debilidad en la parte inferior del cuerpo
- Temblores de cabeza
La meningoencefalomielitis granulomatosa es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central que conduce a la formación de granulomas, acumulación semejante a bolas de células inmunitarias que se forman cuando el sistema inmunitario trata de aislar sustancias extrañas. Estas pueden localizarse o propagarse al cerebro, la médula espinal y las meninges.
Los gatos entre las edades de 6 meses y 10 años son los más comúnmente afectados con meningoencefalomielitis granulomatosa, siendo las hembras más susceptibles que los machos. La meningoencefalomielitis granulomatosa puede ser de tres tipos: 1) Ocular, que afectará la región del ojo; 2) Focal, que se centrará y afectará individualmente al cerebro o a la médula espinal y 3) Multifocal, que afectará el cerebro y la médula espinal.
La causa exacta es aún desconocida.
El veterinario preguntará por el historial médico y por los síntomas detectados. También realizará un exhaustivo examen físico y solicitará un perfil bioquímico, un hemograma completo y un análisis de orina. Los resultados de las pruebas estándar estarán dentro de los rangos normales, a menos que haya alguna infección.
La prueba de diagnóstico más eficiente para el diagnóstico son las imágenes por resonancia magnética, donde se revelará lesiones únicas, múltiples o cercanas al sistema nervioso. Las muestras de líquido cefalorraquídeo pueden confirmar la inflamación asociada a la enfermedad.
La realización de una biopsia cerebral puede ayudar a confirmar la meningoencefalomielitis granulomatosa, pero rara vez se realiza debido a los peligros involucrados en la extracción de una pequeña muestra de tejido cerebral.
A menudo, se requieren cuidados intensivos inmediatos y hospitalización para los gatos con formas graves de meningoencefalomielitis granulomatosa. Para los pacientes debilitados, se inicia la terapia de líquidos por vía intravenosa para contrarrestar los déficits de líquidos corporales. Mientras tanto, la terapia esteroide a largo plazo se usa para aliviar los síntomas, sólo bajo la supervisión del veterinario. En caso de naturaleza focal de la enfermedad, el veterinario también puede sugerir la radioterapia.
Es importante brindar un cuidado especial al gato afectado una vez en casa, restringiendo el movimiento y si es posible, descanso en jaula o en una cama acolchada. Durante su descanso, debe voltear a su mascota cada 4 horas para prevenir ulceras y llagas. El veterinario le recomendará exámenes de seguimiento una o dos veces al mes para realizar pruebas neurológicas.