Picadura de araña viuda negra a perros
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Malo

La Latrodectus tredecimguttatus,, popularmente conocida como “Viuda Negra” porque tiene la costumbre de devorar a los machos tras el apareamiento, vive sobretodo en espacios abiertos. En la zona del mediterraneo vive en espacios con hierba, maleza etc. y sobre todo en lugares agrícolas donde se recogen las cosechas de forma manual. De todas formas, este tipo de arañas también viven en interiores. 

Su picadura pude ser seca sin inyectar veneno. El veneno es una neurotoxina muy potente que abre los canales en la terminal nerviosa presináptica y provoca que se libere acetilcolina y norepinefrina de forma masiva, lo cual puede causar espasmos musculares repetidos y parálisis. Asimismo, puede provocar un intenso dolor y pérdida de la coordinación motora. 

Aunque ningún perro está a salvo de una picadura casual, los perros jóvenes y ancianos tienen un mayor riesgo de complicaciones porque su sistema inmunitario es más débil. Los perros con presión arterial alta crónica corren un mayor riesgo de tener un desenlace fatal.


Síntomas

Parálisis, temblores musculares y calambres, rigidez abdominal, dolor muscular severo que se manifiesta por aullidos y gemidos, dificultad para respirar, salivación excesiva, inquietud, aumento de la presión arterial y frecuencia cardíaca, descoordinación, vómitos y diarrea. Si el tratamiento no se aplica rápido acaba ocasionando la muerte.

Causas

Picadura de viuda negra

Diagnóstico

Lleve el perro al veterinario con la máxima rapidez. Los síntomas aparentes pueden ser confundidos con los de otras enfermedades por lo que el diagnóstico es complicado. Es vital un examen físico minucioso del perro, buscando heridas en la piel a fin de encontrar la marca de mordedura. Se realizarán análisis de sangre (hemograma completo, perfil químico) y de orina, además del análisis de vómito y heces. En cualquier caso, la rigidez muscular abdominal son signos clásicos del envenenamiento de la viuda negra.

Tratamiento

El perro necesitará hospitalización. Se le suministrará oxígeno para ayudarle a respirar y líquidos por vía intravenosa para disminuir la presión arterial. Existen medicamentos contra el veneno (antídotos) que el veterinario administrará con cuidado, siempre atento a las reacciones del perro. 

La administración intravenosa de relajantes musculares controlarán los espasmos musculares y el dolor intenso. Esto facilitará el descanso y recuperación de nuestra mascota. Durante algunos días, el pronóstico será incierto. 

El veterinario vigilará el lugar de la herida todas las semanas hasta que haya sanado. El perro sufrirá fatiga, debilidad e incluso insomnio durante algunos meses por lo que hay que ser paciente con él.