Antes de los 58 días de embarazo presentará secreción sanguinolenta, ladridos excesivos, pérdida de apetito, vómitos, disminución de la temperatura y puede buscar más atención de lo habitual.
La gestación en los perros suele durar 63 días, pero en ocasiones las hembras dan a luz antes de tiempo.
Se considera parto prematuro siempre que la gestación no llegue a los 58 días.
Antes de los 58 días de embarazo presentará secreción sanguinolenta, ladridos excesivos, pérdida de apetito, vómitos, disminución de la temperatura y puede buscar más atención de lo habitual.
Las causas pueden ser múltiples: genética, enfermedades provocadas por virus o bacterias, traumatismos, nutrición, desequilibrio hormonal o toxicidad por medicamentos. También puede estar causada por eventos estresantes que se produzcan durante el embarazo como viajes, ruidos, mudanzas, peleas,…
El veterinario primero preguntará por el historial médico y los síntomas detectados. Después realizará una exploración física pero irá con mucho cuidado de no estresar al perro.
Si el veterinario pensara que puede haber alguna complicación en el embarazo realizará análisis de sangre y de orina para detectar posibles enfermedades subyacentes. Para analizar la posibilidad de que se produzca un parto prematuro, el veterinario analizará los niveles de progesterona.
También serán muy útiles las ecografías para ver detalles del feto y verificar que todo siga en orden.
Para evitar un parto prematuro, lo más importante es asegurar la tranquilidad de la perra. Por ello, lo más indicado sería aislarla en una habitación tranquila y caliente sin contacto con otros perros hasta después del parto.
La mayoría de perras dan a luz sin ayuda pero en el caso de un parto prematuro siempre será necesaria la intervención humana. Es importante la intervención humana porque en muchas ocasiones los cachorros por sí solos no podrán mamar. Siempre que sea posible lo más indicado sería que los cachorros se alimenten con calostro (primera leche) o plasma sanguíneo de la madre porque esto les proporciona defensas.
En los casos más graves, la madre rechazará a sus cachorros. En este caso hay que refugiarlos en una caja a una temperatura correcta y con toallitas humedecidas y alimentarlos tal y como decíamos antes.
Después, una vez superados los problemas del parto prematuro, es importante volver a juntar lo antes posible a los cachorros y a su madre para una correcta sociabilización.