Deshidratación y bajo flujo cardíaco.
Llamamos cilindruria a la aparición de partículas muy pequeñas en forma de tubo en la orina. La condición puede deberse a una enfermedad renal o a que tengamos una infección que afecte directamente a los riñones.
Deshidratación y bajo flujo cardíaco.
Las causas pueden ser muy variadas. La primera sería una intoxicación que afecte a los riñones (uvas, anticongelante, paracetamol,…). También podría ser que el gato sufriera una isquemia renal o bloqueo de la sangre que va a los riñones como consecuencia de trombos, insuficiencias cardíacas, deshidratación, hemoglobinuria o mioglobulinuria.
Otra opción seria que los riñones estuvieran inflamados o irritados o que tuvieran una enfermedad glomerular y que no funcionaran correctamente.
Primero el veterinario preguntará si el gato puede haber estado expuesto a algún veneno. También recabará información acerca de vómitos o diarreas que puedan haber llevado al gato a la deshidratación. Tomará la temperatura para ver si la fiebre puede hacer pensar en una enfermedad infecciosa o cáncer y realizará un examen físico para ver si hay manchas en la piel que puedan ser un indicio de coágulos.
Finalmente, el veterinario realizará un análisis de orina para confirmar o descartar la necrosis tubular aguda que es la muerte de las células que forman el tubo por dónde circula la orina. Si el veterinario no tuviera indicios claros, debería finalizar por un análisis del tejido de los riñones (biopsia renal).
Si el problema se debiera a la necrosis tubular, con medicación se solucionaría de forma rápida. El resto de casos dependerá del diagnóstico.