Cojera, principalmente en patas delanteras aunque también puede afectar a las traseras. También puede sufrir fiebre, depresión, pérdida de peso y anorexia. Si no se corrige el problema, también veremos atrofia muscular.
La panosteítis es una enfermedad de desarrollo que provoca un dolor normalmente de corta duración que afecta a los huesos largos de perros jóvenes, de edades comprendidas entre 5 a 18 meses. La inflamación puede afectar una o más extremidades y da lugar a cojeras. La panosteítis es común en razas de perros de tamaño mediano a grande, como el pastor Alemán.
El dolor articular puede durar de días a meses y la molestia variará de leve a severa.
Cojera, principalmente en patas delanteras aunque también puede afectar a las traseras. También puede sufrir fiebre, depresión, pérdida de peso y anorexia. Si no se corrige el problema, también veremos atrofia muscular.
Las causas de la inflamación ósea en perros se desconocen. Por lo general, la panosteítis puede ocurrir por si sola o puede estar asociada a otras enfermedades ortopédicas.
El veterinario será cuidadoso al realizar el examen físico completo de la mascota y descartará condiciones subyacentes distintas a la infamación de los huesos. Para confirmar el diagnóstico utilizará las imágenes de rayos X para visualizar el aumento de la densidad de los huesos afectados por la inflamación. La panosteítis afecta a la médula ósea de los huesos y el veterinario sólo podrá detectarlo con pruebas de imagen.
La panosteítis es una enfermedad autolimitante y no existe tratamiento. La inflamación y el dolor se van por sí solos al cabo de un tiempo. En este caso, lo único que podrá hacer el veterinario es mejorar la calidad de vida del perro hasta que se recupere. Para ello puede recetar antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el dolor y facilitar la marcha.