Osteocondritis disecante en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

Afección patológica que altera la osificación endocondral normal, en otras palabras, en vez de reemplazarse el cartílago por hueso durante el desarrollo embrionario, ocurre una retención excesiva de cartílago dando como resultado zonas anormalmente gruesas de cartílagos que son menos resistentes al estrés mecánico, a diferencia del hueso, que es más fuerte y denso.

Síntomas

Cojera, el inicio de la cojera puede ser repentino o gradual, y puede involucrar una o más extremidades. La cojera empeora después del ejercicio, incapaz de soportar peso en la extremidad afectada, hinchazón en las articulaciones y dolor en las extremidades, especialmente en la manipulación de las articulaciones involucradas. El perro también puede mostrar rigidez y atrofia muscular.

Causas

Las causas no están completamente esclarecidas. Sólo se conocen algunas: puede ser por deficiencia nutricional; por interrumpir el suministro de sangre al hueso o hereditarias. A este respecto, las razas grandes incluido el gran Danés, Labrador, Terranova, Rottweiler, Bernés y los perros pastores ingleses, todos ellos están predispuestos genéticamente a esta afección.

Diagnóstico

El veterinario primero preguntará por el historial médico y la aparición de los primeros síntomas. Normalmente empezará por solicitar un un examen completo de sangre, un perfil químico sanguíneo y un análisis de orina para conocer el estado general de salud del perro. Si sospechará de la enfermedad, realizará radiografías de las articulaciones y huesos afectados para aclarar mejor cualquier anomalía. La tomografía computarizada y la resonancia magnética son herramientas de diagnóstico que facilitarán la visualización de lesiones internas. 

Adicionalmente, se tomarán muestras del líquido sinovial para descartar que una infección sea la causa real. Otra técnica novedosa es la artroscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite el análisis con una cámara dentro de la misma articulación en búsqueda de fragmentos de cartílago sueltos o desprendidos dentro de la articulación. 

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad. Si no fuera muy grave, con un tratamiento conservador, probablemente se pueda solucionar. En estos casos el veterinario recetará reposo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios y suplementos para las articulaciones como la glucosamina o la condroitina. 

Si los dolores o problemas de movimiento fueran graves, entonces el veterinario planificará una cirugía correctiva. Puede utilizar técnicas de artroscopia para llegar al área y eliminar los fragmentos de cartílago y limpiar la zona afectada. Asimismo, se prescribirán medicamentos antinflamatorios durante unos días después de la cirugía. 

La actividad física debe restringirse durante 4-6 semanas después de la intervención quirúrgica, pero se recomienda el movimiento temprano, activo y terapéutico de las articulaciones afectadas para una mejor curación. Igualmente, debe controlarse el peso del perro para disminuir el estrés sobre las articulaciones y evitar que corra libremente sobre superficies duras. Si la enfermedad no fuera tratada, el perro acabaría desarrollando artritis y el daño articular sería permanente.