Neuritis del trigémino: paralisis de la mandíbula en perros
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La neuritis del trigémino también es conocida como la parálisis de la mandíbula. Quienes la sufren padecen una súbita incapacidad para cerrar la mandíbula debido a la neuritis (inflamación) de un nervio craneal denominado trigémino que produce una disfunción en el maxiliar. 

Se debe a una lesión nerviosa que va desde inflamación, la desmielinización (perdida de mielina, aislante de las células nerviosas que contribuye a la conducción de la señal eléctrica) y, a veces, la degeneración de las fibras de todas las ramas de nervio trigémino y del cuerpo de las células nerviosas.

Síntomas

Babeo, mandíbula dislocada, incapacidad para cerrar la boca, dificultad para obtener comida en la boca e ingesta normal.

Causas

Se desconoce la causa subyacente de la neuritis del nervio trigémino, aunque posiblemente esté mediada por el sistema inmunitario.

Diagnóstico

Tras un examen físico exhaustivo, el veterinario ordenará un perfil químico sanguíneo, conteo completo sanguíneo, análisis de orina y un panel de electrolitos para descartar otras enfermedades, como la rabia. 

Las imágenes por rayos X son útiles para observar el cráneo y los huesos de las mandíbulas. La biopsia del núcleo de medula ósea y una biopsia muscular se pueden emplear para descartar otras posibles enfermedades. 

Tratamiento

Los tubos de alimentación rara vez son necesarios para mantener una ingesta adecuada de alimentos, pero pueden emplearse en caso de que su perro no pueda tomar nada en la boca o tragar la comida que se le da. 

Si no puede brindar atención a su mascota, es posible que requiera de atención hospitalaria para que reciba la atención nutricional de apoyo adecuada. En caso de dificultad para comer o beber puedes utilizar una jeringuilla grande de forma que puedas dejar el agua y la comida en forma de puré en el fondo de la boca. En caso de tener que “forzar” la alimentación, es importante que el perro mantenga la cabeza alta para tragar más fácilmente. 

Por lo general, esta enfermedad se resuelve de forma espontánea después de 2-4 semanas. Una vez que la contracción muscular de la mandíbula desaparezca, su mascota podrá moverla con normalidad. Dependiendo de la salud y edad de su perro, el veterinario le recomendara ejercicios para fortalecer los músculos de la mandíbula.