Por lo general, los métodos para tratar la infección micótica son costosos y menos del 70% de los perros con neumonía fúngica responden bien al tratamiento. Si la mascota ha perdido peso drásticamente a causa de la anorexia y la deshidratación, tendrá que ser hospitalizado hasta estabilizarlo. Se administrará fluidoterapia, oxigenoterapia y antibióticos según sea el caso.
Las actividades de la mascota tendrán que restringirse mientras se recupera y, al mismo tiempo, se suministrará una dieta alta en proteínas y calorías. El veterinario programará citas de seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y la progresión de la infección mediante radiografías de tórax.