Los síntomas de la neumonía fúngica pueden incluir pérdida de peso, fiebre, secreción de nariz y ojos, tos, dificultad para respirar, sonidos al respirar, depresión, cojera y problemas oculares.
La neumonía fúngica es la inflamación de uno o los dos pulmones causada por una infección micótica (hongos). Como consecuencia, los sacos aéreos pueden llenarse de líquido o pus. La infección normalmente está provocada por el hongo del género Aspergillus spp.
Los síntomas de la neumonía fúngica pueden incluir pérdida de peso, fiebre, secreción de nariz y ojos, tos, dificultad para respirar, sonidos al respirar, depresión, cojera y problemas oculares.
El contacto directo a cualquiera de los hongos Aspergillus spp, Blastomyces spp, Cryptococcus spp e Histoplasma spp puede provocar neumonía fúngica. La exposición a suelos abundantes en materia orgánica y materia fecal puede aumentar las posibilidades de contraer la infección.
Deberá proporcionar el historial médico de la mascota en el que se especifique la aparición de los síntomas y posibles incidentes que provocaron la infección. Inmediatamente, el veterinario realizará un análisis de sangre y de orina para conocer el estado general de salud del gato. En las analíticas se podrían detectar anticuerpos contra los hongos.
Si el veterinario sospechara de la enfermedad, realizará pruebas de imagen para ver los pulmones. Lo más habitual serán rayos X de tórax y una ecografía del abdomen para determinar el grado de afectación. Finalmente también podría analizar muestras de líquido o tejido pulmonar con esputo o lavado traqueal para identificar al hongo causante de la infección.
Por lo general, los métodos para tratar la infección micótica son costosos y menos del 70% de los gatos con neumonía fúngica responden bien al tratamiento. Si el gato ha perdido peso drásticamente a causa de la anorexia y la deshidratación, tendrá que ser hospitalizada hasta estabilizarlo. Se le administrará fluidoterapia, oxigenoterapia y antifúngicos según sea el caso.
La actividad de la mascota tendrá que restringirse mientras se recupera y, al mismo tiempo, se le suministrará una dieta alta en proteínas y calorías. El veterinario programará citas de seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y la progresión de la infección mediante radiografías de tórax.