Los síntomas de la neumonía bacteriana incluyen tos, fiebre, dificultad para respirar, falta de apetito y consiguiente pérdida de peso, lentitud, secreción nasal, deshidratación y respiración rápida. La intolerancia al ejercicio debido a las dificultades respiratorias también puede ser evidente. Escuchar los pulmones con un estetoscopio puede revelar sonidos respiratorios anormales, un proceso de diagnóstico conocido como auscultación. Los síntomas pueden incluir breves y bruscos chasquidos conocidos como crepitaciones y silbidos conocidos como sibilancias.