Hinchazón del tejido alrededor de la mordida, hematomas, latidos rápidos, respiración superficial, depresión, letargo, náuseas, excesiva salivación, presión arterial baja, incapacidad para ladrar, parálisis, convulsiones y shock.
Las serpientes venenosas son un peligro para los perros. Normalmente las picaduras se producen en zonas próximas al hocico por la curiosidad de los perros.
Algunas serpientes al morder inyectan veneno hemotóxico (envenena la sangre) o neurotóxico (afecta al sistema nervioso) según la especie. Estos venenos afectan al sistema cardiovascular y respiratorio principalmente.
Hinchazón del tejido alrededor de la mordida, hematomas, latidos rápidos, respiración superficial, depresión, letargo, náuseas, excesiva salivación, presión arterial baja, incapacidad para ladrar, parálisis, convulsiones y shock.
La mordedura de una serpiente. La gravedad de la situación variará según la especie de serpiente, el tamaño del perro, la actividad del perro y el tiempo transcurrido desde la mordedura.
El veterinario preguntará por las últimas actividades realizadas por el perro si sospechara de una mordedura de serpiente. Realizará un examen físico para tratar de buscar una mordedura de serpiente alrededor del hocico que es dónde normalmente suelen aparecer.
Para confirmar el diagnóstico realizará con urgencia un análisis de sangre y un análisis de orina.
Tras una picadura de serpiente hay que llevar al perro al veterinario rápidamente sin esperar a saber si es o no venenosa porque ya podría ser tarde. El veneno podría paralizar los músculos respiratorios y entonces ya sería demasiado tarde.
Los torniquetes, en caso de que la picadura se haya ocasionado en una extremidad, ya no están aconsejados puesto que cortar el flujo sanguíneo de una extremidad puede comportar más complicaciones.
El veterinario tratará de recetar algún suero para combatir el veneno y también antibióticos para evitar una infección. También podría aplicar apósitos en la mordedura.