Intolerancia al ejercicio, debilidad muscular y calambres. Dificultad para tragar, regurgitación, vómitos y distensión abdominal. Convulsiones y orina oscura.
Entendemos por miopatía cualquier enfermedad muscular. Esta forma de miopatía no inflamatoria es hereditaria y se produce porque por deficiencias enzimáticas queda bloqueada la producción de energía para los músculos y quedan debilitados o bloqueados.
Intolerancia al ejercicio, debilidad muscular y calambres. Dificultad para tragar, regurgitación, vómitos y distensión abdominal. Convulsiones y orina oscura.
Es una enfermedad hereditaria con poca incidencia.
El veterinario preguntará por la aparición de los síntomas y por antecedentes familiares que pudieran indicar que la enfermedad ha sido heredada. Si sospechara de una miopatía metabólica realizará exámenes básicos para detectar problemas en el metabolismo de glucógeno, de lípidos o a nivel de la fosforilación oxidativa mitocondrial: análisis de creatinkinasa, búsqueda de rabdomiólisis, así como estudios de compromiso sistémico.
Finalmente también podría recurrir a análisis de ADN del perro.
Es muy importante un buen diagnóstico porque es de las pocas miopatías que tienen tratamiento.
En primer lugar el veterinario tratará de evitar cualquier sobreexigencia a los músculos para que no colapsen. Y una vez tenga claras las causas, el veterinario tratará de reemplazar las enzimas deficientes en el cuerpo del perro.