Los signos más comunes son las contracciones involuntarias, continuas y rítmicas de un músculo, parte de un músculo o grupo de músculos. También puede incluir debilidad, cambios de comportamiento, pérdida de equilibrio y dificultad para caminar.
El mioclono describe una condición y no una enfermedad en sí, en donde una porción del músculo, el músculo entero o un grupo de músculos se contrae de manera ruda, repetitiva, involuntaria y rítmica a velocidades de hasta 60 veces por minuto e incluso durante el sueño. Este trastorno neurológico afecta al sistema nervioso central. Se diferencia de las convulsiones porque los movimiento son más bruscos.
Los signos más comunes son las contracciones involuntarias, continuas y rítmicas de un músculo, parte de un músculo o grupo de músculos. También puede incluir debilidad, cambios de comportamiento, pérdida de equilibrio y dificultad para caminar.
La causa más frecuente de mioclono en los perros es el moquillo canino, aunque puede ser inducido por fármacos o debido a la intoxicación por plomo. Algunas razas como el Labrador retriever y los Dálmatas están predispuestas genéticamente a padecer esta condición.
Por lo general, los tirones y sacudidas mioclónicas están causadas por contracciones musculares súbitas o mioclonos positivos o por relajación muscular denominada mioclono negativo. Estas contracciones anormales se producen debido una disfunción nerviosa y con mayor frecuencia afectan los grupos de músculos involucrados en la masticación y/o cualquiera de los músculos esqueléticos de las extremidades.
El veterinario realizará un examen físico completo, seguido de análisis de laboratorio: hemograma completo, perfil bioquímico y análisis de orina. Los resultados podrán revelar toxinas u otras anomalías relacionadas con la causa subyacente.
Si sospechara de esta afección, el veterinario realizará un examen neurológico. Tratará de ver los reflejos y la coordinación del perro. También debería realizar pruebas de imagen para evaluar el cerebro y la médula espinal. Otra prueba que puede realizarse es examinar el líquido cefalorraquídeo para ver si se detecta alguna inflamación.
El tratamiento y el pronóstico dependerá de la causa del trastorno. Los perros con inflamación del sistema nervioso central reciben medicamentos para reducir la hinchazón. Si la condición ha sido motivada por las toxinas el veterinario tratará de eliminarlas con el tratamiento (básicamente vómitos o carbón activado). Y si el mioclono estuviera causado por el moquillo, entonces el veterinario tratará de controlar los síntomas con medicamentos y con fisioterapia.
El perro puede requerir de una nueva dieta o restricción de la movilidad dependiendo de la gravedad de la condición.