Los síntomas de la micoplasmosis incluyen la inflamación simultánea de varias articulaciones (conocida como poliartritis), como las rodillas, los tobillos, las caderas o los hombros, y la inflamación de las vainas de los tendones. La cojera prolongada, la dificultad para moverse, la fiebre y los signos generales de malestar son algunos de los signos típicos. Otros signos pueden incluir entrecerrar los ojos o parpadear de forma espasmódica, acumulación de líquido en los ojos, ojos enrojecidos, secreción de los ojos o conjuntivitis, una condición en la que el tejido húmedo del ojo se inflama. Los síntomas respiratorios suelen ser leves, siendo los estornudos la principal afectación.
En los gatos, otros signos relacionados con el lugar de la infección pueden ser los abscesos de larga duración en la superficie del cuerpo/piel. También son comunes las infecciones en el sistema respiratorio o las infecciones del tracto urinario y genital. La neumonía felina y las infecciones del tracto urinario son algunas de las condiciones que pueden estar presentes. Debido a la proximidad del sistema genital al sistema reproductivo de este parásito bacteriano, los problemas relacionados con el embarazo son un hallazgo común. Los recién nacidos débiles, los mortinatos, la muerte prematura de los recién nacidos o la muerte mientras están en el embrión son algunas de las repercusiones más graves.