Respiración acelerada, ictericia, vómitos, depresión, debilidad, decoloración de la piel y las mucosas, hipotermia e hinchazón de la cara o la mandíbula.
La metahemoglobinemia es un trastorno genético que se caracteriza por la oxidación del hierro en la hemoglobina, pasando del estado ferroso al estado férrico (metahemoglobina). En el estado férrico, el hierro no es capaz de adherirse y trasportar el oxígeno, dando como resultado una inadecuada oxigenación de los tejidos corporales. Si la concentración de metahemoglobina supera el 50% de la hemoglobina total, varios órganos pueden sufrir una lesión hipóxica.
Los perros de raza Beagle, Poodle, Corgi, Borzoi, Chihuahua y Pomerania tienen más probabilidades de padecer este trastorno.
Respiración acelerada, ictericia, vómitos, depresión, debilidad, decoloración de la piel y las mucosas, hipotermia e hinchazón de la cara o la mandíbula.
En perros, esta afección puede ser causada por una deficiencia genética de la enzima metahemoglobina reductasa o también puede ocurrir por toxicidad por acetaminofén, ibuprofeno y benzocaína.
Deberá proporcionar el historial médico completo de su mascota, indicando cualquier posible incidente de intoxicación. El análisis de sangre será útil para determinar la concentración de metahemoglobina. También, su veterinario podrá hacer una prueba puntual, en el que extraerá una gota de sangre de su perro diagnosticado con metahemoglobinemia y una gota de sangre normal. La sangre de su mascota se tornará marrón en contraste con el rojo brillante de la sangre de cualquier animal sano.
Adicionalmente, el veterinario podrá hacer pruebas para determinar la deficiencia de fosfofructoquinasa, deficiencia de piruvato quinasa y deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa para confirmar las posibles causas y establecer un diagnóstico definitivo.
El tratamiento de la enfermedad dependerá de la causa subyacente. Si se trata de una intoxicación por ibuprofeno, acetaminofén u otro fármaco, se suspenderá su uso inmediatamente y, si es necesario, se inducirá el vómito. Si la anemia es producto de un defecto genético, no requerirá de ningún tratamiento.
Si el perro se encuentra en estado grave, el veterinario podría administrar azul de metileno al 1% por vía intravenosa. Este tratamiento nunca debe emplearse si la metahemoglobinemia es congénita o en perros con deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa. Y si el estado del perro ya fuera crítico, lo más eficaz sería realizar una transfusión de sangre.
La mayoría de los perros con metahemoglobinemia se recuperan y llevan una buena calidad de vida, aunque unos pocos no lo superan. Nunca se deben administrar fármacos sin seguir las indicaciones del veterinario, en especial acetaminofén o ibuprofeno.