De manera repentina; aumento de la sensibilidad a los estímulos, rigidez en el cuello, dolor de cuello, paso rígido y fiebre.
La meningitis-arteritis se presenta cuando se inflaman las meninges (membranas protectoras del cerebro y de la médula espinal) y también las paredes de las arterias.
Por lo tanto, a diferencia de la meningits normal, también puede afectar al corazón, el hígado, los riñones y el sistema gastrointestinal.
La enfermedad se presenta en perros de más de 1 año habitualmente.
De manera repentina; aumento de la sensibilidad a los estímulos, rigidez en el cuello, dolor de cuello, paso rígido y fiebre.
Se sospecha que algunos perros están predispuestos genéticamente. También puede deberse a causas infecciosas o a problemas de inmunidad (sobreproducción de Inmunoglobulina A).
A pesar de las anteriores causas, en muchos casos la causa permanece como desconocida.
El veterinario además de preguntar por el historial veterinario y los síntomas, realizará un perfil bioquímico, un análisis de sangre, un análisis de orina y un panel de electrolitos para chequear el estado general de salud del perro.
Para un correcto diagnóstico suele ser ncesario una muestra de líquido cefalorraquídeo que se analizará en el laboratorio.
El perro deberá ser hospitalizado para conseguir una estabilización. Se recetará una terapia de fluidos y algún tratamiento para bajar la fiebre que dependerá del estado general del perro.
No debe reducirse la actividad física si el perro sufriera algún tipo de parálisis. Con el movimiento y la actividad física se evita la atrofia muscular. El veterinario puede administrar medicamentos para rebajar el dolor y esteroides.