Los Labradores retrievers jóvenes son propensos a melanomas uveales de crecimiento agresivo, por lo que la cirugía es la mejor opción. La extirpación del ojo afectado es el tratamiento sugerido de lo contrario, la masa se extenderá dentro del ojo y la función visual estará significativamente alterada.
En otras razas, los melanomas uveales suelen no extenderse, por lo que se puede optar por controlar los cambios en el ojo cada 3 a 6 meses.
A los animales a los que se les ha extraído el ojo pueden adaptarse rápidamente al cambio en la capacidad visual. Si su perro desarrolla glaucoma como consecuencia de un melanoma uveal, es probable que su perro sufra mucho dolor de cabeza.
Si se ha tenido que extirpar el ojo, el veterinario programará citas de seguimiento para realizar radiografías y ecografías a los 6 y 12 meses para comprobar la recurrencia del tumor o metástasis.