El tratamiento es largo pero suele dar buenos resultados si la enfermedad se detecta en fases iniciales, antes de que afecte a algún órgano vital. Normalmente se medicará al perro en casa. Durante el primer mes de tratamiento la medicación es más intensa y después siguen seis meses de medicación suave.
La medicación combina el alopurinol que detiene la expansión del parásito en el cuerpo y la miltefosina que lo mata.
Difícilmente se llegará a eliminar el parásito del cuerpo y los perros pasarán a ser enfermos crónicos. Hay que controlar la salud del perro porque es habitual sufrir recaídas.
La enfermedad es grave y conviene prevenir con antiparasitarios o la vacuna.