Intoxicación por ingesta en gatos
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

Los gatos pueden ingerir alimentos en mal estado o tóxicos y también productos no aptos para la ingesta. 

  • Alimentos tóxicos o que no tolera el cuerpo del gato como el chocolate, xilitol, café, alcohol, uvas y pasas, cebolla, ajo, puerro y aguacate.
  • Flores como los lirios, las amapolas, los claveles africanos, los tulipanes, las hortensias o las flores de Pascua.
  • Productos tóxicos como productos de limpieza como el cloro, antiinflamatorios, veneno de ratas, anticongelantes, insecticidas que contienen piretrinas y piretioides, derivados del petróleo y paracetamol.
Síntomas

Los síntomas más habituales al tratarse de ingesta son los vómitos, diarreas, salivación excesiva, respiración aceleradas, temblores y parálisis. Sin embargo según el tipo de intoxicación, podrían presentarse síntomas tan dispares como secreción nasal, debilidad, comportamiento alterado, micción anormal, coloración de la piel, hinchazón del abdomen, fiebre, tos, desmayos, pupilas dilatadas, déficit visual, movimientos oculares anormales, incontinencia, sangre en la boca, llagas en la boca, envías rojas o azuladas, rascado excesivo, dolor abdominal, dificultades para moverse, descoordinación y desmayos.

Causas

Ingesta de productos tóxicos para el gato.

Diagnóstico

El veterinario primero realizará una inspección física del gato y preguntará por la aparición de los primeros síntomas y por la posible ingesta de productos tóxicos. 

Si el veterinario sospechara de una intoxicación, debería realizar una analítica completa de sangre y de orina para detectar posibles problemas en los niveles de oxígeno y la capacidad de coagulación. También podría analizar los vómitos o las heces para detectar restos de posibles sustancias tóxicas.

Tratamiento

El tratamiento puede variar en función del producto que haya provocado el problema. De todas formas, lo habitual es que el veterinario trate de Inducir al vómito si hace poco que se ingirió la sustancia tóxica o utilice carbón activado para absorber la intoxicación en caso de que ya hubiesen transcurrido más de tres horas. El carbón activado puede comprarse en polvo para diluir en agua o en comprimidos. En el caso de los comprimidos la dosis habitual es entre 1 y 5 gramos por kg. del gato y en suspensión entre 6 y 12 gramos por kg. El veterinario también tratará de potenciar la micción para eliminar toxinas.

En casos graves se puede necesitar hospitalizar al gato para estabilizarlo con transfusiones de sangre y terapia de fluidos. Si la intoxicación afectara a los movimientos pulmonares, el veterinario también podría necesitar oxigenoterapia para estabilizar al gato.

Normalmente, el veterinario recetará una dieta blanda durante el proceso de recuperación.