Intoxicación en perros por contacto con oruga del pino o procesionaria
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

La procesionaria del pino es una oruga muy extendida en los pinos de toda Europa que por su toxicidad supone un riesgo mortal para los perros. Los pelos de estas orugas contienen una enzima, la Thaumatopina, que la entrar en contacto con la piel o las mucosas del perro provocan irritación, necrosis y destrucción de tejidos.

Como toda oruga, la procesionaria sufre una metamorfosis. En fase de mariposa, pone sus huevos en las copas de los pinos y forman sus nidos que parece trozos de algodón que pueden albergar hasta 200 orugas. En otoño se forman los nidos donde las orugas pasarán el invierno y en primavera, estas orugas bajarán de los pinos y van en “procesión”, una detrás de la otra formando una hilera. Es en primavera, cuando surge el peligro para los perros puesto que pueden oler o hasta ingerir alguna de estas orugas que son tóxicas.


Síntomas
  • Reacciones alérgicas alrededor de la boca o nariz
  • Hipersalivación
  • Vómitos
  • Dificultades para respirar
  • Conjuntivitis
  • Fiebre
  • Fatiga


Causas

Haber entrado en contacto con una oruga procesionaria. Normalmente el perro huele o ingiere la oruga por curiosidad.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por los últimos paseos realizados. También realizará una exploración física en búsqueda de reacciones alérgicas en zonas con poco pelo, normalmente alrededor de la boca o nariz o de restos de los filamentos de la procesionaria para confirmar el diagnóstico.


Tratamiento

Lo primero sería tratar de minimizar el contacto con la toxina de la oruga. Deberías alejar a tu perro de las zonas con procesionaria y retirar los restos de oruga o pelillos que pueda tener. Lavar la zona afectada, a ser posible con agua caliente, con mucho cuidado para tratar de evitar que los filamentos de la oruga puedan clavarse más en la piel del perro. Durante los “primeros auxilios” es importante protegerse con guantes.

El veterinario valorará si se requiere o no hospitalización. Normalmente recetará antihestamínicos y corticoides para reducir la reacción anafiláctica. 

En los casos graves puede requerir hospitalización e intubación. Los perros que se comen una oruga pueden tener dificultades para respirar puesto que se forma un edema faríngeo que dificulta el paso del aire. Incluso podría ser necesaria una traqueotomía para que pueda llegar aire a los pulmones.

Los perros también podrían requerir hospitalización cuando tengan dificultades para comer o beber.