Generalmente, un síntoma clave de la oliguria o anuria es la disminución de la cantidad de orina que se produce y excreta. Los síntomas adicionales varían según el tipo de oliguria o anuria presente. Los signos de oliguria fisiológica incluyen deshidratación, membranas mucosas pálidas, pulso débil, pulso rápido o irregular, y antecedentes de pérdida de líquidos (por ejemplo, a través de vómitos o diarrea excesivos).
Los signos de oliguria patológica suelen incluir antecedentes de enfermedad renal progresiva con síntomas como la falta de apetito y la pérdida de peso. Los signos de anuria pueden observarse durante un examen físico, con síntomas reveladores como la infiltración de líquido en los tejidos que rodean el tracto urinario y dolor en el abdomen al palpar.