Ingestión de heces y objetos extraños en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La coprofagia o ingestión de heces, se incluye en una serie de trastornos médicos denominados pica, que describe a la ingestión de sustancias o alimentos que no son propios de la especie. Por lo general, el trastorno no está causado por una enfermedad subyacente sin embargo en algunos casos puede ocurrir. Por suerte hay opciones de tratamiento y métodos para la modificación de la conducta adquirida.

Síntomas

Puede observar a su gato comiendo tierra, arcilla, piedras, jabón u otros elementos que pueden poner en peligro la salud del animal. El mayor sistema de órganos que se ve afectado por este comportamiento es el tracto gastrointestinal, especialmente si se ingieren objetos extraños. Puedes notar que el animal está vomitando, tiene heces sueltas o tiene diarrea. El gato también puede sufrir debilidad y letargo.

Causas

Entre las causas que resultan en la ingestión de heces u objetos extraños está la desnutrición,  la diabetes, el aumento del apetito, la deficiencia de vitaminas o enfermedades de la tiroides. En ocasiones, un gato ingerirá sus heces si en ellas encuentra alimentos no digeridos o, en las madres de recién nacidos, el comportamiento natural es comer las heces de sus crías. A su vez, las crías imitan ese patrón. 

Los parásitos también pueden provocar este comportamiento y, también se observa en mascotas que desean llamar la atención tras un castigo reciente o porque esta desea limpiar el área donde duerme. 

Otras causas pueden ser la anemia o enfermedades neurológicas.

Diagnóstico

En primera instancia el veterinario buscará distinguir entre las causas médicas y de comportamiento. Realizará un examen físico para descartar causas médicas subyacentes y, requerirá del historial completo de la mascota en el que se incluyan los datos de la dieta, apetito, información del entorno y prácticas de manipulación del alimento.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de si se debe a alguna enfermedad o si es conductual. Si es de comportamiento, es posible que el veterinario le recomiende cambiar el entorno del gato o utilizar técnicas para modificar el comportamiento. Y si la causa es una enfermedad, el tratamiento dependerá de la enfermedad subyacente.

Se recomienda mantener observado a la mascota durante el tratamiento. Deberías satisfacer sus necesidades nutricionales y vitamínicas al igual que deberías limitar su acceso a objetos no alimentarios. En algunos casos, podrías aplicar líquidos con sabor amargo o picante a dichos objetos para desalentar el consumo regular o la masticación. 

Es imprescindible mantener el área limpia y eliminar las heces inmediatamente al culminar la excreción.