Tos húmeda con secreción nasal, estornudos, pérdida de apetito y ojos rojos. Los síntomas durarán de 10 a 30 días y generalmente desaparecerán por sí solos.
En casos graves, el perro podría presentar fiebre alta y neumonía (puede desarrollarse neumonía hemorrágica). El virus puede afectar a los capilares de los pulmones, por lo que el perro puede expectorar sangre y tener problemas para respirar si hay hemorragia en los alveolos (bolsas de aire).