Pérdida de peso, vómitos ocasionales que van aumentando con la inflamación del estómago, heces alquitranadas y diarrea.
La gastritis atrófica es la inflamación crónica del revestimiento del estómago. Es una condición rara y espontánea en la mayoría de casos.
Pérdida de peso, vómitos ocasionales que van aumentando con la inflamación del estómago, heces alquitranadas y diarrea.
Se desconoce la causa exacta que puede desencadenarla. Puede darse por una infección por la bacteria entérica Helicobacter sp. o por una uso excesivo y continuado de medicamentos. En algunos casos podría ser por predisposición genética.
El veterinario preguntará por el historial médico del gato y por los síntomas detectados antes de realizar una exhaustiva inspección física. El diagnóstico definitivo de una gastritis atrófica solo se puede lograr con una gastroscopia, donde el veterinario observará la prominencia de los vasos sanguíneos en los tejidos revestidos de moco del estómago, lo que indicará un adelgazamiento de la mucosa. Mediante la gastroscopia el veterinario podrá tomar biopsias del estómago para su examen y diagnóstico.
Una vez diagnosticado correctamente, el tratamiento puede recibirse en casa. Se pueden administrar medicamentos para inhibir la secreción de ácido gástrico, y se necesitarán antibióticos adicionales si la causa de la gastritis es por Helicobacter sp. Si el vómito persiste, se pueden prescribir agentes procinéticos.
Es posible que el gato requiera de un tratamiento con antiácidos a largo plazo. Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos pueden empeorar las gastritis. Consulte a su veterinario antes de administrar cualquier medicamento distinto al recetado.