Inflamación de los intestinos por linfocitos y plasma en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Cuando los linfocitos y las células plasmáticas entran en el revestimiento del estómago y los intestinos de los gatos y provocan una inflamación no controlada, estamos ante una gastroenteritis linfocitica-plasmocítica. Su etiología es desconocida pero se cree que está causada por una respuesta anormal de las defensas a estímulos ambientales. 


Síntomas

Los signos varían mucho de un paciente a otro dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de la causa. Los síntomas incluyen:

  • Vómitos intermitentes y crónicos
  • Diarrea crónica del intestino delgado
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso
  • Sangre en las heces
  • Tos y vómito con sangre


Causas

Las principales causas que provocan la acumulación de linfocitos y células plasmáticas son:

  • Causas genéticas
  • Infecciones por bacterias y parásitos 
  • Crecimiento excesivo de bacterias normales en los intestinos y el estómago 
  • Alteración de la población bacteriana intestinal y alteraciones inmunes
  • Alergia a proteínas de la carne, aditivos alimentarios, colorantes artificiales, conservantes, proteínas de la leche y gluten (trigo)
Diagnóstico

Según los resultados de los análisis de orina, panel de electrolitos y análisis de químicos en sangre serán necesarias pruebas intestinales o análisis de la función del tiroides y el páncreas. Mediante endoscopia, el veterinario puede ver el estado del estómago y de los intestinos. Con una prueba fecal también analizará la presencia de parásitos.


Tratamiento

Será necesario hospitalizar al gato en caso de deshidratación grave por vómitos y diarrea. Para combatir este problema, se suministrarán líquidos por vía intravenosa al gato. Si además el gato ha perdido peso, el veterinario estudiará la conveniencia de alimentarle mediante un tubo estomacal. 

Existe medicación para tratar las causas subyacentes a esta condición. Si la causa es un problema autoinmune, se utilizarán corticoesteroides; si es una infección bacteriana el veterinario recetará antibióticos y si es una alergia tratara de evitar los alérgenos. Es imprescindible cambiar la comida del gato por las llamadas dietas de eliminación.